En medio de un mundo lleno de voces, confusión y falsas fuentes de orientación, muchos creyentes se hacen una pregunta fundamental: ¿De qué manera habla Dios? ¿Puede hablarme hoy?
El pastor Pedro Carrillo, desde su experiencia ministerial y espiritual, responde con claridad a esta inquietud tan común en el pueblo cristiano. Su enseñanza no es meramente teórica o teológica, sino profundamente vivencial, basada en una vida de oración, búsqueda y dirección del Espíritu Santo. En este post, vamos a ver cómo Dios habla hoy y cómo evitar los errores que pueden alejarnos de su voz.
Somos hijos de Dios… y eso lo cambia todo
Todo comienza con esta verdad fundamental: quien ha recibido a Jesucristo como Señor y Salvador es hijo de Dios y ha sido sellado con el Espíritu Santo (Efesios 1:13). Esto significa que tenemos dentro de nosotros al mismo Espíritu que nos guía, enseña y habla.
Pero no basta con haber creído. La Biblia es clara al decir que “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.” (Romanos 8:14). Hay una dimensión práctica en esa relación: debemos dejarnos guiar, aprender a escuchar y obedecer.

Lo que NO es la voz de Dios
Antes de comprender cómo Dios nos habla, es crucial identificar lo que no es su voz:
1. La guía de brujos o espiritistas
Muchos creyentes, por ignorancia o desesperación, terminan acudiendo a “señoras que saben”, es decir, brujos o adivinos. Esto no solo está prohibido por Dios, sino que pone en peligro el alma. Cualquier revelación que venga de una fuente que no sea el Espíritu Santo es guiada por demonios o por el amor al dinero. El pastor Carrillo es claro: “Si visitás brujos para buscar orientación, estás siendo guiado por fuerzas satánicas. Arrepentite y apartate de eso.”
2. Las emociones de la carne
Un porcentaje alarmante de cristianos vive guiado por sentimientos como la ira, el resentimiento o el enojo. Estas emociones pueden abrir la puerta al enemigo y causar decisiones fuera del propósito de Dios: abandonar la iglesia, romper relaciones o actuar violentamente. La Palabra nos exhorta: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.” (Efesios 4:26).
¿Cómo habla Dios?
1. A través de sueños y visiones
Desde el Antiguo Testamento, Dios ha hablado en sueños (Génesis 20:3) y visiones. Esta forma de revelación continúa vigente en el tiempo del Espíritu Santo. Pedro, Pablo y muchos otros hombres de Dios fueron guiados por sueños. Incluso el profeta Joel lo profetizó: en los postreros tiempos, los creyentes tendrían sueños y visiones (Joel 2:28).
El pastor Carrillo comparte una práctica devocional poderosa: levantarse de madrugada para orar, preguntar a Dios cosas específicas, y luego acostarse nuevamente por una hora. En ese breve descanso liviano, el Espíritu Santo revela cosas en sueños: altares satánicos, ataques espirituales, incluso personas específicas que están haciendo daño. Todo comienza con una oración sincera y una disposición a escuchar.
2. A través de las Escrituras
Dios también habla directamente por su Palabra. Pero no se trata de abrir la Biblia al azar esperando encontrar un “mensaje mágico”. Esa práctica, conocida como bibliomancia, es ignorante y peligrosa.
El creyente debe tener una lectura programada, sistemática y acompañada por meditación, oración y búsqueda del significado de los pasajes. Muchas veces, Dios responde con un versículo durante un sueño o guía el estudio diario hacia pasajes que dan claridad, dirección y consuelo.
3. A través de una atmósfera espiritual
La presencia del Espíritu Santo crea una atmósfera propicia para que Dios hable. El pastor Carrillo comparte cómo, al orar por otras personas, primero busca que descienda el Espíritu Santo. Luego, en ese ambiente, comienzan a llegar palabras proféticas, discernimiento, visiones o incluso el Espíritu habla directamente al corazón del intercesor o del que recibe oración.
Jesús mismo actuaba así: “…No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre…” (Juan 5:19). Primero descendía la presencia de Dios, luego venía la palabra o la acción.
¡Dios quiere hablarte!
No necesitás buscar brujos, cartas, tabacos ni rituales. Sos hijo de Dios. Tenés el Espíritu Santo. Y si lo buscás sinceramente, Él te va a responder.
Dios sigue hablando. Él quiere guiar tu vida, revelar su voluntad, advertirte del peligro, consolarte en tu dolor, corregirte en tu caminar. Solo necesitás desarrollar una vida de devoción, escucha y obediencia.
Como dice Oseas 4:6: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento…”. Este post busca darte ese conocimiento, para que puedas crecer espiritualmente, escuchar la voz de Dios y vivir conforme a su guía.
📌 Nota: Contenido adaptado del video del Pastor Pedro Carrillo: QUIERO QUE DIOS ME HABLE A DIARIO ¿QUÉ DEBO HACER?








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