A lo largo de los siglos, muchos creyentes se han preguntado si los cristianos deben guardar el sábado como día de reposo, tal como se ordenó en el Antiguo Testamento. Otros, en cambio, creen que el domingo reemplazó ese mandato por ser el día en que Jesús resucitó.
Esta pregunta ha generado distintas posturas dentro del pueblo de Dios, pero la Biblia tiene respuestas claras que nos ayudan a comprender el propósito espiritual detrás del día de reposo y su cumplimiento en Cristo.
En este artículo veremos, a la luz de la Palabra, qué significa realmente el “día de reposo” y cuál es su aplicación para los creyentes hoy.
Este post se basa en enseñanzas compartidas por los pastores Jahaziel Rodríguez y Armando Alducín en Youtube. (Enlazamos al final)
El origen del día de reposo en la creación
En Génesis, Dios creó el mundo en seis días y reposó el séptimo, estableciendo así el principio del descanso. Luego, en la ley dada a Moisés, el sábado fue ordenado a los israelitas como señal del pacto entre Dios y su pueblo.
Durante ese día, los judíos debían abstenerse de trabajar y dedicarlo al Señor. Era un recordatorio de la creación, pero también un símbolo profético de algo mayor que vendría.
El sábado como sombra de Cristo
El pastor Jahaziel Rodríguez enseña que el sábado no era un fin en sí mismo, sino una sombra que apuntaba a Jesús. Así como Israel descansaba de sus obras un día a la semana, Cristo vino a ofrecernos descanso espiritual de nuestras obras humanas.
Durante siglos, el ser humano ha intentado agradar a Dios por sus propios méritos, pero Jesús es nuestro verdadero reposo.
El libro de Hebreos 4:10 declara:
“…el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.”
Por eso, ya no se trata de un día específico, sino de una realidad espiritual: quien cree en Cristo entra al reposo de Dios. No por guardar un día, sino por descansar en la gracia de Jesús.
Jesús, Señor del sábado
El mismo Jesús mostró que el sábado no debía ser una carga religiosa.
Sanó enfermos, permitió que sus discípulos recogieran espigas, y dijo con autoridad:
“…el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.” (Marcos 2:28)
Cristo no violó la ley, sino que cumplió su propósito. Él mostró que el sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. Su enseñanza dejó claro que la salvación no depende de guardar un día, sino de una relación viva con Él.

¿Y el domingo? La práctica de la Iglesia primitiva
El pastor Armando Alducín explica que en el Nuevo Testamento, los primeros cristianos comenzaron a reunirse el primer día de la semana, es decir, el domingo, por dos razones fundamentales:
- Jesús resucitó un domingo.
- El Espíritu Santo descendió también un domingo.
Pasajes como Hechos 20:7 y 1 Corintios 16:2 muestran que los creyentes se congregaban ese día para partir el pan y ofrendar.
Sin embargo, eso no significa que el domingo haya reemplazado al sábado como un mandamiento ritual, sino que fue un acto libre de adoración y gratitud.
No estamos bajo la ley, sino bajo la gracia
Pablo enseña con claridad que la ley fue nuestro ayo para llevarnos a Cristo (Gálatas 3:24), pero una vez que hemos creído en Él, ya no estamos bajo la ley ceremonial.
Colosenses 2:16-17 dice:
“Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.”
Esto significa que guardar o no guardar un día específico no nos hace más santos ni más salvos. Lo importante es vivir cada día para el Señor.
Cada día pertenece a Dios
Tanto Jahaziel Rodríguez como Armando Alducín coinciden en que, para los cristianos, todos los días son santos.
El apóstol Pablo lo resume así en Romanos 14:6:
“Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.”
Por eso, si alguien decide dedicar un día especial al Señor, puede hacerlo libremente, pero sin imponerlo como una obligación sobre los demás.
El Evangelio no se trata de rituales, sino de una relación personal con Cristo.
Cristo, nuestro reposo verdadero
El reposo del sábado apuntaba a una verdad eterna: que en Jesús encontramos descanso para el alma.
Él nos libra del esfuerzo de tratar de ganar el favor divino con nuestras obras. En Él descansamos, confiamos y vivimos cada día con gratitud.
Por eso, más que un calendario, el cristiano vive en un estado continuo de reposo espiritual: Cristo mismo es nuestro descanso.Que cada día de tu vida sea un día de adoración, servicio y comunión con Él.
📌 Nota: Contenido adaptado de los videos de Youtube del Pastor Jahaziel Rodríguez y del Pastor Armando Alducín: Día de Reposo – ¿Qué dice la Biblia de guardar el sábado? y ¿Debemos guardar el sábado los creyentes?








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