El misterio del sudario de Cristo: Revelación en Juan 20

Leé más de: De CristoRevelaciones

El misterio del sudario de jesus juan 20
5/5 - (1 voto) | Votá!

El capítulo 20 del evangelio de Juan guarda un detalle que, aunque muchas veces ha pasado desapercibido, tiene un profundo significado espiritual. Se trata del sudario que cubrió el rostro de Jesús cuando fue sepultado. Este elemento, lejos de ser una simple referencia histórica, encierra un mensaje poderoso para quienes creen en la resurrección y esperan la venida gloriosa del Señor.

El primer día de la semana: el escenario

Todo comienza en la madrugada del domingo. María Magdalena, junto con otras mujeres, fue al sepulcro de Jesús cuando aún estaba oscuro. Al ver que la piedra había sido removida, salió corriendo con una conclusión precipitada: “…Se han llevado del sepulcro al Señor…” (Juan 20:2).

Este aviso hizo que Pedro y Juan corrieran al sepulcro. Juan llegó primero, miró hacia adentro y vio los lienzos, pero no entró. Pedro, en cambio, entró y observó algo que cambiaría todo: no solo estaban los lienzos, sino también el sudario, enrollado aparte en otro lugar. Ese detalle fue clave. Juan, al entrar después y ver eso, creyó.

¿Por qué es tan importante ese sudario?

El texto bíblico enfatiza que el sudario que había estado sobre la cabeza de Jesús no estaba con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte (Juan 20:7). A partir de allí, surgen tres posibles explicaciones sobre el significado de este hecho.

El misterio del sudario de jesus

1. No fue un robo

La presencia del sudario y los lienzos en orden desmiente la idea de que el cuerpo de Jesús fue robado. Si alguien hubiera querido llevarse el cuerpo, no se habría tomado el trabajo de desenvolverlo. Menos aún, dejando todo perfectamente en su lugar, especialmente considerando que el cuerpo estaba cubierto de sangre. Además, tocar un cadáver implicaba quedar impuro por siete días según la ley judía, lo cual desincentivaba cualquier intento de manipular el cuerpo.

2. Un mensaje profético

Una tradición judía dice que si un amo terminaba de cenar y dejaba su servilleta arrugada, eso indicaba que no volvería. Pero si la doblaba, el mensaje era claro: “Volveré”. Esta costumbre es usada por algunos estudiosos para interpretar que el sudario enrollado es una forma simbólica con la cual Jesús estaría diciendo: “No toquen nada. Volveré”.

3. Una revelación gloriosa

La interpretación más profunda y poderosa es esta: los lienzos y el sudario estaban exactamente en el mismo lugar y forma en que habían sido puestos. Es decir, como si el cuerpo de Jesús hubiese desaparecido sin alterar las telas que lo envolvían. Eso fue lo que asombró a Pedro y a Juan. El cuerpo resucitado del Señor no necesitó ser desenvuelto. No necesitó que nadie lo ayudara. Simplemente salió de esa envoltura, como quien atraviesa la materia.

Este hecho se conecta con otros momentos de las apariciones de Jesús resucitado, cuando se presentó en lugares con puertas cerradas, mostrando que su cuerpo glorificado no estaba limitado por el espacio físico. A diferencia de Lázaro, quien salió aún atado y necesitó ayuda para quitarse los lienzos (Juan 11:44), Jesús salió por su propio poder, como testimonio de que había vencido la muerte.

Aplicación espiritual para quienes esperan en Dios

Este relato además de hablar de la resurrección de Cristo, también ofrece un mensaje directo para cada creyente. Pedro llegó tercero al sepulcro, pero fue el primero en ver y entender. A veces parece que otros van más rápido, que reciben sus bendiciones antes, que avanzan más en el ministerio o la vida personal. Pero lo que Dios preparó para vos, nadie te lo va a quitar.

La espera en Dios no es en vano. Abraham y Sara esperaron 25 años para ver la promesa cumplida. Las bendiciones profundas no siempre vienen de inmediato, pero su fruto es glorioso. El mismo poder que levantó a Jesús de entre los muertos está activo hoy, obrando en los creyentes (Efesios 1:19-20).

Dios sigue salvando, sanando, libertando. El evangelio no es una religión vacía. Es poder de Dios para salvación (Romanos 1:16). Y este pequeño detalle del sudario, oculto a simple vista en las páginas de Juan 20, es una de las muchas señales de que Jesús está vivo… y que volverá.

📌 Nota: Contenido adaptado del video del Pastor Jahaziel Rodríguez: ¡INCREÍBLE! El Misterio Asombroso jamás contado sobre EL SUDARIO DE JESÚS es finalmente revelado!!

¡Suscribite y descargá tu guía gratuita! Recibí en tu correo “Las 10 claves para ganar almas”, una guía práctica con estrategias efectivas para evangelizar.

Guía Las 10 claves para ganar almas

0 comentarios
Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *