(Basado en un video del pastor Pedro Carrillo)
En el camino de la liberación espiritual, hay ocasiones en las que un espíritu maligno parece resistirse más que otros. Aun cuando el ministro está ungido, lleno del Espíritu Santo y respaldado por un equipo de oración, algunas liberaciones pueden prolongarse por horas, con manifestaciones violentas y resistencia abierta.
El pastor Pedro Carrillo explica en su enseñanza que esta dificultad no es casualidad: siempre hay razones espirituales y puertas abiertas que le dan autoridad al espíritu para permanecer en la persona. Conocerlas es clave para ministrar con eficacia.
1. La autoridad que le da un altar, entierro o bebedizo
Todo espíritu que está en una persona llegó allí por una puerta abierta:
- Puerta personal: la persona, consciente o inconscientemente, le dio entrada al enemigo.
- Puerta enviada: un brujo o hechicero abrió un portal espiritual a través de altares, entierros o bebedizos.
Cuando un altar está activo (con velas, fotos, prendas o muñecos a nombre de la persona), este le da fuerza y autoridad al demonio para quedarse. Por eso, si el ministro no destruye ese altar o rompe el portal, la liberación se vuelve una lucha interminable.
El primer paso no es “forzar” al espíritu a salir, sino cortar su derecho legal. Esto se hace guiando a la persona a declarar la destrucción de altares, entierros y bebedizos, cancelando toda obra de hechicería y cerrando el portal que el brujo abrió.
2. La mente débil de la persona
Hay personas que, al comenzar a recibir oración, pierden rápidamente la conciencia, se desploman y quedan vulnerables a que el espíritu tome control de su mente. No se trata de falta de fe, sino de una característica natural: la debilidad mental.
En estos casos, el ministro debe procurar mantener a la persona despierta y consciente durante la liberación. Una estrategia clave es hacer que repita en voz alta las oraciones de renuncia y cancelación, para que su mente se mantenga ocupada y el espíritu no logre subir de nuevo a la mente.
Si la persona se queda dormida, la liberación se complica y puede prolongarse innecesariamente. Mantenerla atenta, incluso despertándola con un toque si es necesario, es parte de la batalla espiritual.

3. La falta de perdón
La tercera gran razón por la que un espíritu se resiste a salir es el resentimiento no resuelto. Cuando la persona guarda rencor, dolor o amargura contra alguien, eso le da al enemigo un derecho legal para permanecer.
En estos casos, el paso más importante no es seguir reprendiendo, sino guiar a la persona a perdonar de corazón. Esto implica:
- Reconocer a quién se debe perdonar.
- Declarar el perdón en oración, soltando la ofensa y entregando el caso a Dios.
- Renunciar al resentimiento para siempre.
Una vez hecho esto, la autoridad del espíritu se rompe, y la liberación fluye sin violencia ni confrontación prolongada.
Resumen de los tres puntos clave
Según la enseñanza del pastor Carrillo, un espíritu maligno puede resistirse a salir por tres motivos principales:
- Altar, entierro o bebedizo sin destruir: hay que cortar ese vínculo antes de ministrar.
- Mente débil: la persona debe mantenerse despierta y repitiendo oraciones para que el espíritu no tome control mental.
- Falta de perdón: el resentimiento es una cadena que ata el alma y da poder al enemigo.
El secreto es ministrar con inteligencia, no solo con fuerza espiritual. Antes de enfrentar directamente al espíritu, es necesario quitarle toda base legal, para que la liberación sea efectiva y duradera.
📌 Nota: Contenido adaptado del video del Pastor Pedro Carrillo: POR QUÉ HAY ESPÍRITUS DIFÍCILES DE SACAR








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