La historia de la iglesia siempre estuvo marcada por momentos de oposición, de resistencia y de prueba. Desde los primeros cristianos que enfrentaron el rechazo del imperio romano, hasta nuestros días, la fe en Cristo Jesús sigue siendo objeto de burla, de censura y, en muchos casos, de persecución abierta.
En la actualidad, no hace falta mirar muy lejos para darnos cuenta de que estamos viviendo tiempos en los que la verdad bíblica está siendo atacada. Lo que antes parecía impensado, hoy es noticia. Voces que defienden los principios de la Palabra de Dios son silenciadas, ridiculizadas e incluso perseguidas. Y como creyentes, no podemos ignorar estas señales. Este post se basa en un video en Youtube del Pastor Jahaziel Rodríguez que recientemente trató este tema con mucha claridad y urgencia.
Una pérdida que conmueve
La noticia del asesinato del joven líder cristiano, Charlie Kirk, conmovió a miles de creyentes. Más allá de coincidencias o diferencias en lo político, se trató de un hombre que defendía los valores del evangelio: la familia, la libertad de fe, la dignidad de la vida, la esperanza en Cristo.
Su partida no es un final, porque los que mueren en el Señor pasan a una morada eterna en su presencia. Sin embargo, duele. Y duele porque refleja con crudeza que vivimos en un mundo donde muchos prefieren las tinieblas antes que la luz, donde se odia la verdad porque confronta el pecado.
El tiempo que estamos viviendo
La Biblia lo había anunciado: en los días finales habría un aumento de la maldad y un enfriamiento del amor. Jesús lo expresó en Mateo 24, y hoy lo vemos reflejado en la cultura, en los medios, en las reacciones ante hechos como este. Hombres crueles, sin afecto natural, que aborrecen lo bueno y se complacen en la injusticia.
Pero la Palabra también nos recuerda que nada de esto sorprende a Dios. Él sigue sentado en el trono, soberano y justo. Y llegará el día en que toda obra será llevada a juicio. Nadie podrá escapar de la justicia divina.

El llamado a la iglesia
Ante un panorama tan desafiante, el mensaje no es de temor sino de esperanza y de acción:
- Cuidar el corazón: No responder con odio ni amargura, sino con la perspectiva del cielo. Como Esteban, que en medio de la persecución pidió misericordia para sus agresores, debemos aprender a perdonar y a mantenernos limpios delante de Dios.
- Perseverar en la oración: Las armas de la iglesia no son carnales, sino espirituales. La oración tiene poder para abrir puertas, para traer consuelo y para sostener a los que siguen predicando en lugares difíciles.
- Seguir predicando la verdad: La Palabra de Dios es viva y eficaz, y nada ni nadie podrá detenerla. Aunque intenten silenciarla, seguirá transformando vidas, estremeciendo las tinieblas y preparando a la iglesia para la venida del Señor.
Una esperanza gloriosa
Cristo prometió que estaría con su pueblo hasta el fin del mundo. Y también aseguró que ni las puertas del Hades prevalecerán contra la iglesia. Por eso, aun en medio de la persecución y de la oscuridad creciente, los creyentes tenemos una esperanza firme: Jesús viene pronto.
La fe cristiana nunca se trató de comodidad, sino de fidelidad. Estos acontecimientos nos recuerdan que debemos permanecer firmes, vigilantes, perseverando en la verdad y en la gracia de Dios. El galardón para quienes perseveren hasta el fin está cada vez más cerca.
📌 Nota: Contenido adaptado del video de Youtube del Pastor Jahaziel Rodríguez: ¿Comenzó ya la PERSECUCIÓN CONTRA LOS CRISTIANOS? Mi opinión sincera sobre la MUERTE de Charlie Kirk








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