Este artículo se basa en una poderosa entrevista realizada en el canal de YouTube de Gabriel Ballerini, que reunió a cientos de cristianos de distintas partes de Argentina. El invitado: el pastor Hugo Márquez, una voz respetada en el liderazgo evangélico nacional e internacional. En un diálogo sincero y profundo, abordaron temas que hoy interpelan directamente al liderazgo cristiano, al pueblo de Dios y a toda la Iglesia en tiempos donde callar puede ser sinónimo de tibieza.
Un tiempo para despertar
En un tono franco y pastoral, Gabriel Ballerini planteó la pregunta clave que guía toda la charla: ¿Hay temor en el liderazgo cristiano a expresarse? La conversación se desarrolla desde una premisa clara: no se puede ser luz si esa luz está escondida, ni sal si permanece dentro del salero. La Iglesia fue llamada a transformar, no a acomodarse. En este tiempo de transformaciones culturales y políticas, los cristianos no pueden permitirse el silencio.
Hugo Márquez, pastor de la Iglesia Jesús es Rey en Neuquén y miembro de la mesa directiva de ACIERA, recordó que ser líderes cristianos no es estar en una torre de marfil ni encerrados en los templos. Es ser pastores en la calle, con la comunidad, con la ciudad y con la nación. Aseguró que estamos frente a un cambio de paradigma: de pastores para adentro, a pastores para afuera.
La batalla cultural no es una moda, es un deber
Ambos pastores coincidieron en que la Iglesia tiene hoy una responsabilidad: no esconderse detrás de silencios estratégicos ni quedar bien con todos a costa de callar la verdad bíblica. Márquez fue enfático: «La Iglesia es columna y baluarte de la verdad. No podemos ser defensores de nuestra reputación, sino de la verdad de Dios». En otras palabras, cuando los cristianos se callan para evitar críticas o perder seguidores, el precio que se paga es demasiado alto.
Desde esta óptica, se entiende la batalla cultural no como una lucha partidaria, sino como una defensa de valores profundamente cristianos: la vida desde la concepción, la familia según el diseño bíblico, la libertad de conciencia y el derecho de los padres a educar a sus hijos. Estos valores están hoy bajo ataque, no solo desde la cultura dominante, sino también desde el Estado y la educación pública.

Cristianismo práctico: del púlpito a la calle
La entrevista también recorrió ejemplos históricos. Se habló de Martin Luther King y de Pablo Bessón, pastores que desafiaron los límites de su tiempo y que dejaron huella en las sociedades donde vivieron. El llamado es claro: no basta con hacer cultos y congresos, hace falta involucrarse. Márquez lo expresó así: «Si el Estado quiere educar a nuestros hijos, que dé a luz a sus propios hijos. Los hijos son nuestros, no del Estado.»
La neutralidad, según Ballerini, no es una opción: «Una posición de centro nunca es neutra. Siempre es funcional a una de las partes.» No tomar partido en cuestiones morales es, en realidad, elegir el lado del error por omisión.
Actualidad y compromiso cristiano
En este mes de agosto de 2025, cuando se respira un aire político-cultural cargado de tensiones y redefiniciones, este tipo de diálogos cobran una relevancia urgente. La Iglesia no puede mirar para otro lado. La batalla es espiritual, pero también cultural y política. Se necesita una nueva generación de líderes que se animen a hablar con claridad y a dar ejemplo con su vida.
La entrevista culminó con un fuerte llamado al compromiso: “La lucha cultural no es solo contra el aborto o la ESI. Es por un modelo de sociedad que nazca de una fe evangélica comprometida con la verdad, la libertad y la justicia.”
📌 Nota: Contenido adaptado del video del Pastor Gabriel Ballerini: Temor del liderazgo cristiano a expresarse | Entrevista al pastor Hugo Márquez








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