La música siempre ha tenido un lugar especial en la vida del ser humano. Desde tiempos antiguos, ha acompañado celebraciones, ha dado forma a culturas y ha influido en generaciones enteras. Sin embargo, entre quienes siguen a Cristo surge una pregunta inevitable: ¿es correcto que un cristiano escuche música secular? ¿Es solo un entretenimiento sin consecuencias o hay algo más profundo detrás de ella?
Este post busca responder a esa inquietud y está basado en un video del canal de Youtube “Qué dice la Biblia” cuyo director es el Pastor Jahaziel Rodríguez.
Dios creó la música
La Palabra de Dios nos enseña que la música tiene su origen en el cielo. En Apocalipsis se menciona cómo los 24 ancianos adoran con arpas delante del trono. En Ezequiel también se describe que cuando Lucifer fue creado, la música ya estaba presente. Es decir, la música misma fue un diseño de Dios.
El propósito inicial era claro: la adoración y la gloria a Dios. No obstante, lo que comenzó siendo un instrumento para exaltar al Creador fue corrompido.
La corrupción de la música
El enemigo siempre ha buscado desviar lo que Dios creó para bien. En Génesis 4:20 se menciona a Jubal, descendiente de Caín, como “padre de todos los que tocan arpa y flauta”. El detalle no es menor: este linaje venía de aquel a quien Dios había maldecido.
El nombre “Jubal” está relacionado con la idea de “fluir”, pero en el hebreo la palabra usada también puede significar manipular o apresar. Esto refleja cómo Satanás ha utilizado la música secular como un medio para atrapar a las personas, especialmente a los jóvenes, sumergiéndolos en realidades de suicidio, drogas, violencia y perversión sexual.

Evidencia también en la ciencia
No solo la Biblia advierte sobre el impacto de la música. El científico japonés Masaru Emoto realizó un experimento en el que expuso moléculas de agua a diferentes tipos de música. Cuando sonaban melodías violentas, oscuras o satánicas, las formas que tomaban eran desordenadas y desagradables. En cambio, al recibir música armónica y espiritual, se formaban figuras bellas y ordenadas.
Si el cuerpo humano está compuesto en un 60-70% de agua, no es difícil comprender que la música que escuchamos influye directamente en nuestro comportamiento, emociones y carácter.
¿Qué produce la música secular?
La música secular, lejos de acercar al creyente a Dios, lo distrae y lo arrastra hacia pensamientos de la carne. Puede traer recuerdos del pasado, despertar deseos impuros y transmitir mensajes cargados de violencia o inmoralidad. Nunca invita a adorar ni a buscar al Señor.
En contraste, la música espiritual tiene el poder de elevar el corazón al cielo, hacer ver el pecado como algo despreciable y producir un deseo genuino de glorificar al Padre.
El llamado bíblico
El apóstol Pablo exhorta en Efesios 5:18-19:
“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones.”
Aquí se muestra con claridad cuál es la intención de Dios para la música: llenarnos de Su Espíritu y conectarnos con el cielo.
Conclusión
La música no es neutral. Tiene poder para influir, formar carácter y abrir puertas espirituales. Dios creó la música para adorarlo, mientras que Satanás busca usarla para manipular y aprisionar.
Cada cristiano debe decidir qué va a escuchar. Recordemos que la fe viene por el oír, y lo que entre a nuestros oídos moldeará nuestra vida espiritual. Si elegimos música que exalte a Dios, nuestro corazón se llenará de fe, gozo y presencia divina.
La decisión está en tus manos: ¿alimentarás tu carne con música secular o tu espíritu con cánticos que glorifican al Señor?
📌 Nota: Contenido adaptado del video de Youtube del Pastor Jahaziel Rodríguez: La música secular ¿Qué dice la Biblia?








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